Desvarío. Cada noche siento que eres mía. Malinterpreto cada
mensaje, cada favorito en Twitter, cada piropo, cada “te quiero”. He empezado a
asimilar que todo esto que un día empecé a escribir eran simples ilusiones.
Puede que no estés hecha para mí, que nunca lleguemos a
estar juntos, que nos quedemos en eso, en un proyecto. En un pasado, un tiempo
que podríamos haber compartido en un perfecto futuro juntos.
Podría haberte ido a buscar a tu casa solo para darte los
buenos días, haberte llevado hasta el último rincón de Madrid y confesarme que
tú eres mi rincón favorito de Madrid. Hasta podría haberte comido la boca en
cada uno de ellos. Podría haberte hecho sentir que la felicidad existe y que
lleva tu nombre. Podríamos haber sido una única sonrisa, un solo corazón que
late al mismo tiempo. Podríamos haber sido todos si no lo hubiéramos propuesto,
la Torre Eiffel encendida o el London Eye. Podríamos haber sido Romeo y
Julietas o solo dos tontos jugando a eso de enamorarse. Podríamos haber paseado
de la calle por Carabanchel o Boadilla, haber compartido cenas, secretos y
cama. Podríamos haber sido todo eso que seríamos si no fuéramos tú y yo.
Podríamos, podríamos, podríamos… Pero me temo que no, elegiste
otro camino y ahora me toca a mí tomar esta bifurcación forzada. Siempre te
recordaré como lo que no pudimos ser, como mi mayor ilusión durante dos putos
años, como mi mayor proyecto, como mi puto amor imposible. Siempre serás “mi
niña”, por esa por la que lo hubiera dado todo y esa a la que lo hubiera dado
todo.
Por Guille el Invencible, XRIZ y todo el que nos recuerda la
magia que un día tuvimos, que no la olvides nunca, que tuvimos algo mágico y lo
hemos ido dejando morir.
Te quiero, de verdad y nunca te voy a olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario